Cuando uno esta mal de la cabeza, esta mal, no tiene remedio. Empiezo a comprenderme, a comprender a estos dos locos que hacen estas locuras conmigo, Mer y Pedro, mas fuertes que el vinagre macerado en años, y yo, pues sufriendo pedalada tras pedalada por ver sus culos con una montaña al fondo, ¿tengo que estar pirao?
Cuando se me paso por la cabeza tal hazaña, bastaron apenas segundos en la cabeza de ambos para asentir, mi idea era otra, prefería subir Veleta y Mulhacen desde Capileira a como nos achucho Mer, subir desde la playa al
Mulhacen, la idea parecía brutal, las consecuencias de tal rutón fueron increíbles, sinceramente creo que necesito estar meses sin tocar la bici para recuperar tal palizote, se nos fue de las manos totalmente, bueno al fin y al cabo las aventuras son así, aventuras.
Como localidad de punto de partida al final nos decantamos por
Salobreña, no por sus casas blancas, ni por su maldita humedad que nos hacia chorrear sudor a cascadas, tan solo queríamos Mar, nuestra primera variable para esta ecuación, la segunda sería la Montaña, al fondo se veía, muy muy al fondo.
El sabadate mas o menos madrugamos, bueno lo cierto es que no mucho, pasadas las 9 comenzamos a pedalear rumbo Sierra Nevada, antes nos esperaban una serie de carreteras pestosas, aunque llenas de un encanto inimaginable en un sitio granadiense tan pegado al mar, cañones con cascadas, ríos que serpentean para alegría de tus ojos, y si, carreteras que suben y suben y suben, llegamos al primer pueblo reseñable,
Orgiva, Orgia para los amigos!
Prácticamente antes de este pueblecito, el descanso iba a no existir, todo subida, todo!, carreteras que se revuelven en un zig zag, iglesias abandonadas dónde colaborar con la naturaleza plantando todo un pino para que cualquier franchute que venga se deleite de tales vistas y nos pillen con el culo al aire jaja!!!, todavía me parto el ojete!
Seguimos pasando pueblos extraños en nombre,
Caratuanas!, hasta que ante nosotros aparecio la antesala a todo el temazo, el
Barranco de Poqueira y el pueblo de
Pampaneira nos daban la bienvenida a esta zona Alpujarriense.
Pasamos el pueblecito y las vistas del
Veleta nos soprendrían, nubes y nieve conformaban un aspecto singular y precioso
Optamos por continuar hasta
Capileira para comer algo, pero estos kms de subida pasando también por el pueblo de
Bubión se hicieron interminables, ya pasadas la una y media de la tarde estabamos en el pueblecito antesala al Parque Nacional, el castigo era evidente, el sudor que desprendía mi cuerpo era exagerado, el cansancio estaba con nosostros, que mejor manera para recuperarlo que un buen menu de las
Alpujarras, pues toma ya!
Morcillaca pal buche! relajación y emprendimos la marcha de nuevo, el aspecto que tenía el cielo era pésimo y nos temíamos lo peor, las nubes estaban bajas y la verdad es que nos hizo un tiempo bastante bueno en súbida, la salida desde Capileira hasta el Control de Acceso de Sierra Nevada, que serán como 10kms o mas, se me hizo eterna, un calvario indescriptible, mi corazón iba siempre por encima de 180 pulsaciones, sentía un aplomo sobre mi cuerpo brutal, solo pensaba en lo que quedaba por delante y me echaba a llorar, pero bueno, tras algún parón a recuperar, llegamos alli dónde casi nos comen los caballos, a mas de 2.000m de altura y estos tenían mas hambre que yo
Parece ser que desde aquí nos quedaban unos 14kms, casi na! bueno pues a partir de aqui, parece que mi cuerpo comenzó a sentirse mejor, vaya este me suena el Soplao, necesito estar pedaleando 5 horas pa calentar y luego me siento mejor!!, la leche!, aqui la pista no parecia tener mucha pendiente, pero picaba y picaba para arriba, la altura se debía sentir, un ligero atontamiento, nos aproximabamos a los 2.500m de altura y el nevero no nos dejaba pedalear
Me tome un gel recuperador, bueno algo haría, proseguimos la marcha, las mejores vistas de todo el día estaban ante nosotros, la pista comenzaba a romperse cada vez mas, la gente nos avisaba que llegar al
Mulhacen nos iba a costar mucho tiempo de pateo y que existian mas neveros, este año ha sido muy rico en nieves y se notaba, el año pasado por la otra vertiente subiendo al
Veleta estaba todo muy limpio, cuando casi rozamos la cota de 3.000m, algo menos, Pedro vio que nos habíamos desviado del track original, el falso Mulhacen, me cago en él!, nos obligaba a dar un vueltón de impresión o bien retroceder hasta encontrar el punto dónde seguia el track, que era mas o menos dónde estaba indicado el desvio hacia el refugio de Poqueira, vaya telita!
Comenzamos a bajar, visualizamos el sendero y pensamos que lo mas coherente era volver al Mar
La Montaña quedó en alli tan cerca, eran casi las 7 de la tarde, no teníamos tiempo factible y el agotamiento estaba muy presente en nuestras caras, mas de 75 kms de subida hasta alli tenían la culpa
Bajando todo iba mucho mas rápido,
Sierra Nevada esta inconmensurable, el mar de nubes con que nos deleitaba era precioso
Tras darse un remojón la parejita en el nevero, vaya dos niños! seguimos el largo descenso con mucho cuidado, las fuerzas, la altura acumulada, todo se juntaba, llegamos a
Pampaneira, comimos algo, la cara de Pedro lo dice todo
Casi a las 22.30 de la noche, con luces puestas, como no, nos presentamos en
Salobreña, y tal y como les comente a ellos, fui directo al mar a darme un baño, el agua estaba de lujo, la luna llena intuia el mar, el rutón del año, hasta ahora claro, nos había dejado muy castigados, pero con felicidad, con esa que te deja el ser consciente de lo que acabas de hacer. Algunos datos para que flipeis:
Mas de 10 horas pedaleando, eso yo, 150kms, 3.150m de desnivel subiendo, litros y litros de sudor, 14.200kcal consumidas, 189 pulsación max, 154 puls/med.
Negro me dejaron estos dos subiendo, negra como la camisa de
Juanes en su canción de hace ya unos cuantos años, que como repetimos hasta la saciedad, to lo negro nos vino a visitar en este dia, to lo negro nos comimos, to lo negro que sufrimos y como tendriamos lo negro después de un rutón asi, preguntarselo a Merche que estuvo lidiando con su sillin casi toda la ruta, estrenando su Trek nuevecita, menudo estreno granadino y en esta negrura que nos recubrio, dejemonos de historias opacas, tan solo fijemos nuestra vista al horizonte dónde crecen las montañas, que como dice Pedro, ojala pudieramos grabar todo los que nuestros ojos ven, ninguna cámara ni letra escrita aquí transmitirá lo que alli vivimos, el que lo quiera sentir, pues que vaya, que esta tardando.
Camisa Negra
11 comentarios:
Madre mía, vaya retos os marcáis. No importa no haber llegado al final, sois unos gladiadores de la bici.
Bendita locura. Lo mejor (o peor) de todo sabes qué es.
Que no hay cura ni solución.
Enhorabuena por la travesía.
rutonnnn.. que resecación de boca que tengo
jaja!! Pedro estoy reventao!! y RESECAO!!
Pablo que te voy a contar ti también, esto es lo que nos gusta, y bueno queda pa otra el coronarlo, eso si, desde un pelin mas cerca, desde la playa es practicamente inviable, por lo menos para mi.
vaya burra se echado la Merche... os sacara los ojos jajaja, que envidia de sitios todo el dia por ahi perrea perrea....
La Menche con esa Trek dice que sube como el viento jaja!! y no veas!! bueno yo casi ni la veo jeje!!
Se me acaba el perrea en breve Ramón, menos mal !!!!!!
Cuando Alf me contó vuestro plan no daba crédito, y sobre todo tenía más bien poca fe en vosotros... toma lección. Oscar, las próximas cañas las pago yo, si señor, y felicidades para Pedro y para Merche también.
jaja!! nunca se sabe, además a dia de hoy soy mas consciente de que este tipo de aventuras son posibles por todo este entorno mountainbikero que tenemos montado y que tú bien sabes!
Gracias por esas cañas que espero ansioso ;-)
Siempre he querido subir desde Capileira...eso sí, andando, que yo con la bici no habría salido de la playa.
A ver cuándo nos vemooooos !!
Fer cuando quieras te acompaño andando, nos quedamos a pasar noche en el refugio ese de Poqueira y punto pelota!! además le dariamos una envidia a tu hermano jeje!!
No sé yo si tengo edad para excesos... jajaja
Gran relato y gran ruta. Me ha encantado.
A seguir así!
Saludos
Melo
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