Tiétar Interminable

Allá dónde se cruzan los ríos, donde el cielo es siempre azul, el viento ya no nos azota, eso es el Tietar, con su verde y su jardín, me quedo Higuera las Dueñas, en Piedralaves, Sotillo e Iglesuela, Almendral, sus caminos, sus arroyos sin final, rampotes, piedras, surcos, vacas que te miran, zorros que te acechan, montañas milenarias, pinos inmensos, carne increíble y vistas infinitas en un viaje sin final.

5.000 pts de na!

En dos días tuvimos 270 kms de puro disfrute, sin mucho desnivel, pero que llenan el alma, Paco se lo paso bomba, pues no esta fuerte el mamón ni nada.

Para la ida pasamos por Aldea del Fresno hacia Picadas, la zona preciosa, el agua y las rocas, el viento azotándonos increíblemente.

En Picadas con el dichoso viento!

Paramos a comer en Pelayos un buen bocata, no se estaba mal, allí el viento nos respeto, aunque todavía nos quedaba la subida para entrar al Tietar por Santa Maria, dura como ella sola siguiendo el GR180.

Ya en el Tietar un sin fin de senderos disfrutones, todo verde, saltos de muro y una majestuosidad para los sentidos.

Tietar infinito!

En Piedralaves nos comimos una buena BBQ y disfrutamos de una cervezas de rigor, el dia siguiente era la vuelta, mi estomago andaba con ardor jeje.

Amanece no muy temprano, Paquito se le pegan la sabanas, cafés y bollos, troncho al pilón, recogemos todo y nos preparamos, bajadita hacia el río Escorial y sus vacas y zorros, pronto el sendero pegado al río Tietar y el puente Romano de la Iglesuela, un recreo para los sentidos, un lugar muy especial.

Puente Romano de la Iglesuela 

Pasamos la Iglesuela, subidote hacia Almendral, Paco ya anda flipando de lo que da de si esta travesía, lo mejor estaba por venir, pasamos Fresnedilla, antes subes y bajas a mogollón.

En Higuera las Dueñas comenzaba unos senderos preciosos, unos rampotes eternos, que dureza por dios! no dejábamos de sudar! Ya arriba bajadas con mil surcos y verjas que abrir y cerrar, llegamos al pueblo de Aldea en Cabo, que en mi vida había oído hablar!

Paco en el río Tietar.

En Escalona menú del día, que menos mal que no me hizo ir a plantar, recuperamos energías para lo que faltaba por rodar.  Subidote entre dehesas para salir del Alberche, llegamos a la Torre de Esteban, mas nos costo llegar a Valmojado, pero tras penar y en el Álamo encontrar ya el camino a Batres, casi intuíamos el final.

Piedralaves al fondo

Griñon y Parla, ya se ve Pinto!!!, ya lo veo ya!!!!, Paco casi se me echa a llorar, joder que dos días duros, el culo pelao y las manos reventas!

Dos días interminables que dan mucho para hablar, pensando en lo que se nos viene, en idas de olla y mucho mas, por eso si algún día visitas el Tietar y quieres soñar, vete a cualquiera de sus pueblos, de sus balcones con su paz, siéntate y observa el infinito verde, mira los ríos

bajar, impregnate con su naturaleza, llenate de libertad.

Paco disfrutando!