Recordé aquel Camino de Santiago en solitario, aquellos amaneceres en Galicia, estar cansado y volver a tener que pedalear por buscar un objetivo, una meta, esta vez tuvimos todo el finde para disfrutar de lo que mas nos gusta, además de comer cabrito y un riquismo flan de queso, David fue un fenomenal anfitrión.
El primer día prometía duro, al final se me atraganto mas el domingo y es que la primera subida desde Robledo de Chavela hasta la Cruz Verde me la salte el sábado, gracias a Miguel Ángel, muchas gracias tio por hacernos llegar tarde a la salida jeje.
Después de varias incidencias mecanicas, ese palo que se metio dentro el cambio de STS, paramos en Navas del Marqués a reponer fuerzas y arreglar la avería, vaya bareto calorro y el pueblo tenía un encanto coche-musical atronador, junto con la furgoneta del Equipo A.
Paramos a comer a lado del río en un sitio bastante relajado y ya afrontamos el final de la ruta con una petada considerable, lo que nos llevo a llegar casi a las 7 de la tarde, el sol casi se ponía. Duchita, cenorrio, risas, 30.000 acumulados, 1.000 en 7 días, vamos esos retos que nos vuelven locos en nuestro interior, aunque algunos como Guillermo no les guste exagerar jeje, todavía no me quedán claro si eran para arriba o para abajo o en total o era un Raid Gaylo o la maratón de Les Sables o una petada en los Alpes, quesquese!
El Domingo nos levantamos prontito y yo particulamente me dolia hasta el alma, David se ánimo a acompañarnos parte de la ruta hasta que desayunamos en El Tiemblo de manera light, 20 barritas, 2 pinchos de tortilla, bolleria variada, zumos de naranja, cafeses, ummmm!!!.
Comenzamos ya la parte dura de la jornada y el Guille partio el tornillo de la tija, ostiazo que se pego en subida, algunos se quedaron en Cebreros buscando el tornillo, las mas petones proseguimos a enlazar a la parte que como dijo Nano, mas bonita de toda la ruta, si si, y dura de cojones, disfrutamos mogollón en ese senderito y enlazamos con un subidón de alucine, que rampas, yo creo que algunas superaban el 20% fácilmente.
Al final llegamos casi a las 14.00 a Robledo, comimos en un sitio que no nos encanto demasiado, por no decir, nada, y retornamos a casita.
Ha sido un fin de semana para enmarcarlo en la memoria, de esos que no se olvidarán nunca, por todo, por compartir este sufrimiento ciclista que poca gente puede comprender, por la zampa, por la amistad, por el compañerismo.
Aquí tenemos a los PRO terminando la parte del principio que comenzaba a Robledo de Chavela, menos mal que algunos nos la saltamos...
Primera parada al ladito del rio
Muriel apretando los dientes en el rampón
Nano saludando a la Vaca
Uno de los tramos mas bonitos del sábado
Que rica este agua !!!
Puente sobre el Embalse de Burguillo
El domingo el sol todavía no calentaba y el frio se dejo notar en la bajada hacia el Tiemblo
Ya depués de desayunar cargaditos de fuerza comenzamos la primera subida.
Nano y el Caballo
Ya nos quedaba poquito para el final...
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