lunes, 9 de marzo de 2015

El jardin salvaje
















Aquel jardín salvaje dónde se dirigen nuestros sueños, de nuestras mejores vivencias, desde nuestra infancia, donde me pierdo en bici, donde recuerdo a mis padres, a mi hermano, con mi alma en la mano, jardín espera, no es mi hora, es mi era.

Ali dirección Presa del Rey



















Un jardín tan duro como la Marmota, tan inhóspito como ese recodo en el que el arroyo serpentea y choca con las rocas, donde el olor a campo te inunda y un día cualquiera de invierno primavera, me despertó, quizás en un sitio de donde yo no era, por que si, no era primavera.

Gallu, Ángel y yo mismo en la Marmota
















Lo que si era que se era, fue un dolor de patas tan brutal como los sube y baja de la dichosa marmota, volando con el 29 y  Ángel apretando como un mamón, ya en Majadahonda tuvimos que abortar por los pinchos del jardín, yo creo que mas de 50 por rueda.















Ayer por la presa del Rey, engañando un poco Ali, disfrutamos de otro día estupendo de primavera invernal, que cuando en marzo mayea en mayo marcea, que digo yo que refranes tan curraos!, pos no recuerdo yo un abril de aguas mil, y quien a buen borrico se arrima buena coz le espera, y cientos de refranes y cientos de dichos, que se pierden cuando las personas que los relataban se nos van.















Existe un jardín que tendrá que esperar, mejor no pisarlo de momento, aunque mas de uno conozcamos que lo esta tocando con sus dedos, hacia la luna y volver, hacia el sol del amanecer, donde me despida de ti, quedaras jugando y trotando en ese jardín, en ese, que espero por mucho tiempo no ver, en el que todo tu dolor se fue.