miércoles, 4 de enero de 2012

El Faro del Fin del Mundo

















Una novela de Julio Verne, ese gran visionario de finales del 19, quizás tuviera una máquina del tiempo, ojala tuviera yo una, no para cambiar el futuro, sino para verlo, aunque puede que no me gustará, que las cosas sigan como están, ojos que no ven, porrazo que te pegas, sobre todo en esta Balsa inamovible, que tanto nos tienta.

No hay mas ciego que el que no quiere ver, ya claro! eso que se lo digan a José Feliciano, no te jode! o al Zubiri, que ha participado en la Titan Desert y terminado en tandem, casi nada!! espíritu de superación.

Sin duda la superación tendrá que ser nuestra motivacion este 2012, las rutas largas, horas encima de la bici, que el culo y los músculos se refuercen para lo que les espera, ahora toca echar horas y horas, cabalgar errantes por los canales del Tajo, por la Balsa que no desea ser cruzada, caminos infinitos, rectas dónde apenas consigo pillar el culo de Pedro, en el buen sentido asexuado, quizás algún reto de este año me este dando mas miedo que vergüenza, aunque la ilusión inunde mi interior.

El finde año fue fenomenal, rubricando un año de rutones junto a Pedro, quisimos cruzar el Tajo con la dichosa Balsa, no hubo manera, amarrada estaba por un motero torero, vueltón dirección Yepes, antes a la izquierda, por las fincas de los que el Viento Se llevo, cerca de Aranjuez, viendo ponys que tiran de carros, perros que rebolotean cual colibrí y mansiones que parecen sacadas de películas de miedo.

Fueron 92kms, unas cuantas horas rodando, un placer como siempre con Pedro, investigando caminos, perdiendonos en cada recodo del río, observando nuevas aventuras, visionando nuevos retos, mirando hacia delante y como no terminando con una buena opción, Roscón de Reyes que te crió, rico rico!!!

















A este año le pediremos salud para afrontar todo, de lo demás ya veremos que nos deparara, de momento, todas las mañanas cuando diviso mi faro del fin del mundo, ese que ilumina en el cerro Guarramillas a los madrileños y que es visto en la lejanía por mis retinas, me invade de emoción y hace que bajo las heladas norteñas mañaneras, el secundero de mi sin reloj, se pare y quiera quedarse para siempre perdido en su luz.

















Las Fincas de Aranjuez con sus puertas antiguas

2 comentarios:

Pedro Manuel dijo...

bueno, al final conseguimos pasar con la balsa.. una experiencia ;)

oscar dijo...

Otra reto conseguido Pedro!!