Navaluenga bien vale una sonrisa

El típico finde de mucho mucho frio en el mes de diciembre, hasta 11 grados bajo cero llegamos a soportar, aunque el día de la carrera, el sábado, salimos a 5 grados bajo cero a las 11 de la mañana, no esta nada mal! Después de una tarde-noche de convivencia en la casita rural y de unas cuantos litros de cerveza devorados, conversaciones sobre la carrera y de la últimisima operación de Belén Estebán, procedimios a dormir plácidamente acompañados del dulce néctar de cebada. Tras desayunar fuimos a recoger los dorsales, vi mucha gente conocida, estuve charlando con Edu un rato, luego coincidiriamos en otros sitios mas aménos, colocamos dorsal y fuimos a vestirnos de faralá, ya listos, Merche, Josele, Josechu y Champi fuimos dirección al Polideportivo para calentar un poquito antes de lo que nos esperaba.
Se da la salida, al principio la vuelta de rigor por el pueblo, todo va quieto, pero cuando se quita el coche se abre la guerra, yo por supuesto, iba de los últimos, a mi ritmo y con la Rallón, quería disfrutar de las bajaditas, Merche iba de los primeros, pronto perdí de vista a Josechu, Josele y yo ibamos a la par, sufriendo como perracos en las pendientes técnicas que nos habían plantado los colegas, al principio puse un pie y ande un tramo pequeño, todo el resto de subida que quedaba, de pendiente dura, la hice montado, todo un reto para mi, mi corazón iba a explotar, mis pulmones rozaban la congelación, mi nariz tenía un orificio cerrado por el frio, mi escroto alcanzaba la rotura técnica de tanta presión, agachando el lomo de lo lindo para traccionar bien, Josele aguantaba bien, primer reto conseguido, comenzamos a bajar, hojas otoñales cubrían los senderos, piedras ocultas, paisaje espectacular, comenzaba a disfrutar, pero, siempre existe un pero, podría decir que últimamente, tampoco me voy a poner negativo, la horquilla revento, mi carrera se había acabado tristemente, no me parecia justo, solo quería disfrutar de este día a mi manera y rodeado de un entorno maravilloso, la suerte una vez mas, como en aquel Rally de los Embalses que rompi el tornillo de la tija, como aquel Maratón del Festibike que rompi el cambio y la llanta, la historia se repetía, llego el Quad de cierre de control, me bajo a mi y a mi Rallon hasta el puesto de Protección Civil, alli el chaval me propuso continuar con él el resto de la prueba montado de paquete, nunca mejor dicho, en el Quad, y como disfruté!! increible bajar las trialeras de piedas con el bicho, los caminos a to trapo, poder apreciar el paisaje que nos inundaba, ver el sufrimiento de los corredores, por lo menos, disfrute de un explendido día de montaña y pude ver lo duro y exigente que era el recorrido de esta carrerita en Navaluenga, sucedierón mas cosas de la carrera, no merece la pena enrollarme en ellas, solo decir que me alegra que Josechu acabará toda la carrera aunque algún insensato u insensata no le hiciera foto alguna de tan magnifico evento, que Josele sufrio mucho y tendrá muchisimas oportunidades mas para sacarse esta pequeña espina, que Champi hizo lo mas coherente sin lugar a dudas y que Merche, que decir de ella, nerviosa como una chiquilla en su primer día de colegio, salio a tope y consiguio un muy meritorio cuarto puesto en féminas, teniendo en cuenta que corria con chiquillas muy puestas en carreras Open y que en carreras de tanto corto recorrido demuestrán la explosividad que llena su juventud, forever young! como diria Josele. El remate vino cuando en la entrega de regalos me toco una horquilla manitou seven, no me lo podía creer, la suerte ahora, me sonria, y como decían las chicas, seguro que te acompaña durante mas tiempo, no estoy yo tan seguro de eso. Ya de camino a la casita y de que algunos descansaran, algunos disfrutamos tomando cañitas por la tarde, luego cenorrio, juegos varios, mus con sin señas, por lo menos por mi parte, tenía la cara paralizada por el frio del quad, al dia siguiente, paseito plácido por el pueblo con Alberche congelado, las niñas se lo pasaron como tales.

Ha sido un finde completito, hubo de todo, buena compania, muchisimas risas y aunque por circunstancias de la vida, me habían coincidido varias cosas el mismo sábado, que sepáis que me acorde de todos, y me dio rabia no poder desdoblarme, lo lamento.

Siempre he creido que la sonrisa de una persona lo dice todo, su felicidad momentanea, su manera de expresar lo que esta sintiendo en ese momento, cada uno tenemos la nuestra propia para cada situación que tenemos en nuestra vida, este finde pude ver en Merche una que desconocia en ella, una sonrisa muy muy familiar, me alegro mucho verla así, sonriendo, feliz.