Santaloya - L'Angliru

Hay locuras y locuras, pero subirnos esto en lo que yo considero plena invernal en todos los sentidos, no tiene nombre, bueno si, RUTÓN FRENÉTICO!!
Hasta que comenzamos la súbida, pasadas las 12 de la mañana, tampoco hacía falta madrugar mucho, no se planteaba muy larga la ruta, si muy exigente. Tras calentar un poco por Santaloya con un poco de chispeo, apretamos culo y comenzamos a subir, Merche todavía me acompaña, llegamos al desvio y primer cartel que indica lo que estamos apunto de realizar:

















Todavía con plato mediano, lo mantendré hasta la primera rampa de mas del 20%, aparece el sol, el tiempo respeta bastante, los primeros kms de subida son amenos y no se llevan mal, ya estamos en Busloñe:


















Llevo una hora subiendo y por fín comienza la verdadera subida, ambas subidas desde Riosa y Santaloya coinciden, los carteles anuncian lo que espera:


















Hasta este momento la máxima rampa era de un 18%, pero lo bonito se va acabar, llego a Via Pará:

















Les Cabanes me saluda y yo meto todo lo gordo, esta vez sí, su rampa máxima del 22% me hace penar, mi velocidad no llega a los 3km hora, todo un reto al equilibrio en bici:

















tras superar este muro, baje piñones y el resto de la súbida aunque iba a mi ritmo trotón, no puedo decir que me resultará un paseo, pero casi casi ;), entonces aparece la rampa por excelencia de este puertaco, La Cueña Les Cabres con su rampa máxima del 23,5% y 400m que son auténciamente mortales de necesidad, meto todo el compact disc aguanto 150m sin bajarme, pero aparece lo que ya me temía y que mas de 190 pulsaciones se me hace imposible de pasar, la nieve en el asfalto:

















la pendiente suaviza, vuelvo a pedalear mientras la nieve me deje, hasta que otra rampita del 21,5% me saluda y me dice: "Jodete mamón que vas rajarte el ojete todavía mas de tanto apretarlo", es El Aviru:


















Vuelvo a patear, paso el cartel de km 11, 1,5 cima, esto se pone biennnnnnn, pedaleo, que fresco me encuentro, vamos de frio que tengo encima, ventisca, nieva, llueve, vamos que solo falto que llegará una cabra asturiana a patearme, ya queda menos de 1 km, la cosa esta fea fea, pienso en Merche, de repente una vocecilla gritando "Óscar, Óscar!!!", viene asustada, empapada, tiritando, llegó arriba casi se da de narices con el cartel de cima, pero la niebla y el temporal que azotaba la cima la hizo recapacitar y darse la vuelta, en nuestro agradable encuentro me quedaban unos 900m para coronar, Merche me dice que si quiero continuar que lo haga pero que arriba esta todo muy mal, que ella va bajando, y claro, uno caballero que es, decide lo mas coherente y sensato, estar junto a ella en estos momentos y hasta el final, el tiempo no estaba para hacerme el machote y decir que subi a la cima, me queda una gran satisfacción de haber subido hasta dónde lo hice, compartir ruta con Merche y reirnos mucho aún en momentos de pasarlo autenticamente mal, para mi, personalmente lo doy por súbido, aunque desde luego el próximo verano si se puede se intentará de nuevo.

Ha sido un día muy especial, me acordé mucho de mi padre, cuando estas alli arriba luchando contra la ley de la gravedad, el frio y demás, entonces recordé una frase que repetía mucho él y que hoy si, la encontré el significado: "Hay mas días que longaniza".

Nosotros seremos polvo, desapareceremos, pero la montaña seguirá, para cualquier otro loco que quiera subirla un 3 de diciembre o cuando le plazca.